Durante los envíos de mercancías, los paquetes pueden estar expuestos durante largos períodos a bajas temperaturas, especialmente en la temporada fría o en zonas climáticas más severas. Algunos productos o materiales pueden deteriorarse o dañarse debido a esta exposición.
Mediante radiadores eléctricos instalados en las paredes del embalaje, es posible calentar la zona interna de la caja durante todo el envío.
Una solución más sencilla consiste en instalar en el fondo del paquete un calentador eléctrico flexible de aluminio, que protege el producto durante el transporte aportando calor desde abajo.
